La madre de 47 años intentó salvar a su hija de 11 que permanecía en la planta alta de lo que alguna vez fue el histórico restaurant Escarabajo. Ambas murieron. Otro hijo, de 26 años, se salvó.
Lo cierto es que, según la versión que maneja por estas horas el fiscal Ramiro Anchou, una vez que la mujer advirtió el fuego le avisó a su hijo y entre ambos intentaron extinguirlo pero no pudieron hacerlo. Entonces el hijo decidió correr 150 metros hasta el destacamento policial mientras la mujer se propuso ir al altillo donde dormía la niña. La casa, por estar adaptada a una vieja cantina, tenía mucha madera en su interior, con machimbres y escalera. Eso causó que el fuego rápidamente se propagara.
Cuando el joven regresó a los pocos minutos con un policía y mientras aguardaban a los bomberos, las llamas habían crecido lo suficiente para impedirles reingresar. Además, segundos después se derrumbó una parte del techo y paredes.
Cuando los bomberos voluntarios, tras un arduo trabajo, redujeron la intensidad del fuego y no hubo riesgos para entrar dieron con el cuerpo de la mujer en planta baja y el de la niña en el altillo. A la madre las llamas la habían alcanzado, la menor murió, aparentemente, asfixiada.
“En principio no hay participación de terceros. Vamos a esperar los resultados de las autopsias para desechar cualquier otra posibilidad, pero los hechos parecen estar claros”, dijo Anchou.
Esta mañana bomberos voluntarios de Santa Clara seguían sin descanso trabajando para limpiar el área afectada y sofocar pequeños focos de incendio entre los hombros.