Durante una misa en la Basílica de Luján, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina subrayó que «no se puede ocultar el dolor ante el proyecto de ley», a la vez que los instó a que «no renieguen de sus convicciones más profundas».Sábado 26 de diciembre de 2020

A falta de tres días para la sesión de la Cámara alta en que se tratará la iniciativa para establecer la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el obispo de San Isidro encabezó una misa en la Basílica de Luján: desde el altar del tradicional santuario, analizó la situación de la Argentina y señaló que la pandemia de coronavirus mostró las «gravísimas inequidades, deficiencias estructurales y sin que faltaran mezquinos intereses en algunos, así como la negación de la realidad en otros».
«En medio de este contexto excepcional, no podemos ocultar nuestro dolor ante el proyecto de ley del aborto. Públicamente hemos expresado la inoportunidad de dicho proyecto, no porque pensemos que hay un tiempo propio para presentarlo, sino que cuando hablamos de tiempo oportuno nos referimos a la sabiduría de leer en profundidad lo que se está viviendo, la magnitud y complejidad de la crisis que atravesamos, para poner nuestras mejores energías en resolver los problemas que nos urgen hoy», sostuvo el monseñor.