Tal como se reportó en China, la pandemia ha sido un factor decisivo en la decisión de miles de parejas estadounidense de poner punto final a su relación
2 de Septiembre de 2020
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El portal LegalTemplates, que vende formularios y documentos para procesos judiciales, reportó un aumento del 34% en las compras de solicitudes de divorcios entre marzo y junio, con respecto al mismo período de 2019.
Las estadísticas del sitio indican que el “pico” de crisis matrimoniales se alcanzó el 13 de abril, apenas entre dos y tres semanas después del inicio del confinamiento en la mayoría de estados del país, cuando millones de trabajadores pasaron a trabajar desde sus hogares y los estudiantes también se quedaron sin clases presenciales.
Aunque no hay por ahora estadísticas oficiales, es posible que estas crisis de parejas no hayan tenido un aumento proporcional en los divorcios, ya que numerosos juzgados han estado cerrados o con atención demorada por la pandemia.
La epidemia de separaciones afectó principalmente a aquellas parejas con pocos años de relación: el 58% de los clientes eran de parejas que se casaron hace menos de 5 años, lo que representa un aumento de 16% con respecto a las cifras de 2019. “Esto indica que las parejas recién casadas estaban menos preparadas para lidiar con los factores estresantes del virus COVID-19 que las parejas maduras”, sostiene el informe de la consultora.
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Y entre ellas, la peor parte se la llevaron aquellos con solo unos meses de unión civil. Aquellos que se habían casado este mismo año representaron el 20% del total de solicitudes (el doble que los pedidos similares de 2019), lo que habla de una lamentable luna de miel. “Es posible que los divorcios se dispararan a medida que la gente entraba en lo que los profesionales de la salud mental y los servicios humanos llaman la ‘fase de desilusión’ de las Fases del Desastre – el momento en que el optimismo se convierte en desánimo, el estrés aumenta y a menudo se producen reacciones negativas”, sostuvieron los autores del informe.
La agencia reportó que la mayor tasa de compra de documentos de divorcio no se produjo en Nueva York o California, las zonas más afectadas inicialmente por la pandemia, sino en los estados del Sur, con índices que duplican o hasta triplican a los de las otras regiones del país, principalmente en Mississippi, Oklahoma, Arkansas, Alabama y Louisiana..
“Desafortunadamente, los factores estresantes que se presentaron durante estos tiempos impredecibles y sin precedentes fueron demasiado para que muchas parejas los manejaran”, indicó el reporte. Además, vaticinó que las crisis matrimoniales podrían seguir en aumento: “Es posible que las tasas de divorcio continúen aumentando a medida que se desarrollen las turbulencias económicas, financieras, sociales, institucionales y psicológicas del virus COVID-19″.
Un aumento de divorcios también ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial, cuando en Estados Unidos se registró el mayor pico de separaciones. En ese entonces, cuando los soldados regresaban a sus casas, “eran recibidos por sus esposas que se habían acostumbrado a dirigir los hogares”.
En estos tiempo de coronavirus, en cambio, muchas parejas se han reencontrado, pero de una manera forzada. Muchos nunca antes habían compartido tanto tiempo juntos, ya sea por horarios de trabajos, actividades, viajes, etc. Ahora, la situación es diferente. El confinamiento los llevó a estar prácticamente las 24 horas juntos, aislados de otras personas, y por tiempo indeterminado.