Los astrónomos lo bautizaron KOI-456.04. Está en la zona de habitabilidad de su astro rey y, excepto que su atmósfera lo impidiera, tendría una temperatura de superficie similar y la posibilidad de tener agua
11 de Junio de 2020
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Se llama KOI-456.04 y tiene un tamaño de 1,7 veces la Tierra, además de una órbita más larga, de 378 días. Pero, por lo demás, sus condiciones son similares, analizaron los expertos del Instituto Max Planck, de Gotinga, Alemania, quienes dirigieron al grupo internacional de astrónomos que realizó la investigación publicada en la revista académica Astronomy and Astrophysics.
“KOI-456.04 se halla en una región de la zona estelar habitable«, dijeron los investigadores en un comunicado. Ese término define “el rango de distancia alrededor de una estrella que permite agua superficial líquida en un planeta similar a la Tierra”, agregaron. “Su estrella huésped, llamada Kepler-160, emite luz visible realmente; las estrellas centrales de casi todos los demás exoplanetas, en cambio, emiten radiación infrarroja, son más pequeñas y más débiles que el Sol y, por lo tanto, pertenecen a la clase de estrellas enanas rojas”.
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El trabajo conjunto del Observatorio Sonneberg, de las universidades de Gotinga, en Alemania, y de California, en Santa Cruz, en los Estados Unidos, y de la agencia espacial NASA advirtió que hace falta mucha más investigación para dar con datos que permitan declarar formalmente que KOI-456.04 es un planeta. “Actualmente no se puede descartar del todo que KOI-456.04 sea un error estadístico o un error sistemático de medición en lugar de un planeta genuino”, escribieron. Por ahora estimaron la naturaleza planetaria de KOI-456.04 en un 85%, pero «obtener un estatus planetario formal requiere de un 99%”, aclararon.
Para lograr eso será necesaria una observación directa, mediante equipos que todavía están en construcción como el Telescopio Espacial James Webb, un observatorio en el que cooperan más de 15 países con la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense. La idea es que este instrumento sea el sucesor del Hubble y el Spitzer. Otra opción es la misión PLATO, de la ESA, que en 2026 pondrá en órbita un observatorio espacial.
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La búsqueda es difícil, ya que la mayoría de las estrellas identificadas por los astrónomos son enanas rojas, como la vecina más cercana, Proxima Centauri, que tiene un planeta potencialmente habitable, Proxima B. Y “uno de los mayores obstáculos para la habitabilidad alrededor de las estrellas enanas rojas es que pueden emitir grandes cantidades de llamaradas de alta energía que podrían freír un planeta y cualquier forma de vida sobre él”, explicó el Review. “En cambio, las estrellas como el Sol —y como Kepler-160, en teoría— son más estables y adecuadas para la evolución de la vida”.
Los investigadores encontraron este nuevo planeta, KOI-456.04, mediante el análisis de datos antiguos que recogió la Misión Kepler de la NASA. “El equipo empleó dos nuevos algoritmos para analizar el brillo estelar que se observa desde Kepler-160”, explicó el MIT. “Los algoritmos fueron diseñados para observar los patrones de oscurecimiento en un nivel más granular y gradual en lugar de buscar los saltos y caídas abruptas que se habían utilizado anteriormente para identificar exoplanetas en el sistema estelar”.
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Kepler-160, según las observaciones que se realizaron entre 2009 y 2013, es un 10% más grande que el Sol y tiene una temperatura de 5.200 ºC, es decir 300 ºC menos. Pero sobre todo tiene “una luminosidad estelar muy parecida a la del Sol”, la cual “la convierte en un retrato astrofísico de nuestra propia estrella madre”.
Aunque KOI-456.04 es “relativamente grande en comparación con otros que se consideran potencialmente habitables”, agregó el científico, “la combinación de su tamaño de menos del doble de la Tierra y el tipo de estrella central del sistema lo hacen tan especial y familiar”. Si tuviera una atmósfera inerte con un suave efecto invernadero, como la Tierra, la superficie podría tener una temperatura de 5 ºC en promedio, lo cual es 10 ºC más baja que la media de la Tierra.