Coronavirus en Argentina: por qué en 140 días de cuarentena obligatoria no bajó nunca la curva de casos
Coronavirus en Argentina: por qué en 140 días de cuarentena obligatoria no bajó nunca la curva de casos
Para el biólogo molecular Ernesto Resnik, «en la zona del AMBA, las infecciones iniciales fueron muchísimas más que las que creíamos»
“Si posiblemente hubo el doble de asintomáticos, la estimación apuntaría a que a Buenos Aires entraron 2.400 personas con coronavirus entre fines de febrero y marzo. Es un número impactante y no lo supimos en su momento porque empezó la cuarentena relativamente temprano, entonces un montón de gente se encerró con el virus en sus casas, pero para que esa gente matara el SARS-CoV-2 en sus hogares, hacía falta una cuarentena verdadera, de 4 a 6 semanas rígidas, como tuvo Italia”, precisó Resnik.
“Lo que se ve ahora es que en el AMBA esto no ocurrió así. Fueron 2 o 3 semanas de un aislamiento estricto y despúes un relajamiento bastante grande y creo que eso diseminó el virus primero en las casas, hacia otros convivientes y después lentamente se fue esparciendo a la calle”, opinó el experto, quien agregó: “El pico va a llegar, es indudable que sucederá, no se puede seguir subiendo en casos, a menos que se libere todo demasiado, al pico no lo encontrás rápido hasta que es salvaje, que es lo que ocurrió en lugares como Nueva York, en el norte de Italia, en Madrid, ahora en lugares como Miami, donde empiezan a bajar los casos, una vez que miles y miles de personas se contagian”.
Según Resnik, “después, la cantidad de gente susceptible a seguir siendo infectada es menor porque los mayores se encierran y no vuelven a salir, por eso la población infectada baja”. Para el investigador argentino que reside y trabaja en los Estados Unidos, “un aspecto fundamental de una epidemia es cuántos casos originales hay, lo que se llama semillas de la infección, y creo que en Buenos Aires hubo muchísimos más de los que creíamos y que en otros lados, y luego insconscientes de eso la cuarentena se relajó demasiado rápido; no hay ninguna explicación epidemiológica que pueda determinar por qué después de una cuarentena haya más casos que antes de empezarla”.
Por su parte, para el doctor Pablo Elmassian, médico infectólogo de la División Medicina del Viajero de Stamboulian Servicios de Salud, “que se haya decretado la ‘cuarentena obligatoria’ no es sinónimo de que se haya producido el aislamiento y distanciamiento social necesario para cortar la cadena de transmisión y observar una tendencia estable en el descenso de casos como la que se observó en algunos países”.
“Tampoco se puede pretender comparar la actividad de los virus respiratorios estacionales que tenemos todos los años y que suelen tener el comportamiento de brotes epidémicos, con un inicio brusco, que lleva hacia el pico de casos y finalmente se produce un descenso con un cierre del ciclo de transmisión en un lapso de 6-8 semanas”, agregó.
Según explicó a Infobae Elmassianm, “el SARS-CoV-2 es un virus nuevo y su comportamiento epidémico no es extrapolable al de los virus estaciónales, y hasta que, primero, no se alcance el número necesario de infectados para lograr una inmunidad de rebaño o, segundo, se disponga de una vacuna y/o, tercero, se imponga una cuarentena estricta que garantice distanciamiento físico efectivo en la población, situación imposible de intentar lograr a esta altura en el AMBA porque no será cumplido por la población y sería un error volver a plantearlo”.
“El virus seguirá circulando en la comunidad con diferentes niveles de intensidad. Por lo tanto la estrategia debe estar centrada en educar de manera eficaz a la población sobre las medidas de protección contra el SARS-Cov-2 y el uso correcto y adecuado de los mismos para minimizar el riesgo de contagio, aprendiendo a convivir con el virus de una manera protegida”, concluyó el infectólogo.