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Valeria Duarte se contagió en mayo y su madre, a comienzos de agosto. Ambas habían sido consideradas como pacientes recuperadas, pero el virus reapareció en las dos y los médicos no saben cómo.
Su mamá es enfermera, se llama Marta, tiene 58 años, desempeña su rol con los equipos de protección, pero el 31 de julio empezó a tener fiebre y dolores musculares. El 3 de agosto le confirmaron que tenía el virus. Era una persona sana hasta ahí. Los médicos esperaron que se cumplieran las dos semanas de aislamiento y le dieron el alta, sin hacerle un nuevo test de PCR para confirmarlo. Hoy, está en terapia intensiva, entubada, sedada, con neumonía severa.
¿Qué sucedió?
Los médicos tratan de determinarlo. Se habían empezado a dar casos aislados de reinfección en el mundo, pero el caso de Valeria demuestra una complicación adicional: sumó una neumonía a su diagnóstico que también la tiene internada, con oxígeno las 24 horas. En el caso de la madre, es probable que nunca se haya curado del todo, señalan los especialistas. De todos modos, es la primera vez que un caso así se da en una madre y una hija.
Ahora, las dos tienen neumonía, en distinto grado, y COVID-19. La mamá está internada en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, con una neumonía bilateral y respirador artificial. La hija se recupera en el Vicente López y Planes de General Rodríguez, con dificultades para respirar y una cánula de oxígeno.
“Yo fui la novena persona contagiada en General Rodríguez y ahora soy la primera reinfectada, lo digo para que la gente se tome en serio los cuidados, esto es muy peligroso. Mi mamá es una persona con hábitos saludables, fuerte, y ahora está grave”, relata Valeria a Con Bienestar, desde su cama en el hospital.
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La opinión médica
“La diferencia entre recaída ó reinfección es que, en la recaída, es el mismo virus el que se encuentra entre el primer y el segundo episodio clínico. En la reinfección, son virus diferentes y eso lo sabemos haciendo la secuenciación del genoma del virus, viendo toda su estructura y comparando uno con otro. Hay que diferenciar esta situación de la eliminación viral prolongada. El concepto de ’portador persistente’ o de ’infección crónica’ hoy no se puede determinar”, explica la infectóloga Isabel Casetti (M.N. 55.583), miembro del Consejo Consultivo de TN.
Ricardo Teijeiro (M.N. 58.065), médico infectólogo del Hospital Pirovano, aseguró que son “casos aislados” no significativos y que las reinfecciones se “producen en todas las enfermedades, como la gripe, la rubéola o la varicela”.
A partir del 10° día del inicio de los síntomas, la cantidad de virus empieza a disminuir. “Para este momento, los anticuerpos empiezan a subir. Con alguna frecuencia se puede observar que la PCR en el hisopado nasofaríngeo sigue positiva aún después de dos meses de iniciado los síntomas, pero no significa que ese virus sea viable y capaz de transmitir, es decir capaz de contagiar”, remarca Casetti.
“Esta situación nueva es fundamental poder estudiarla en profundidad, por el impacto que puede tener para la vacuna, por las medidas de protección que hay que mantenerlas, aún habiendo cursado la enfermedad y por la repercusión clínica que puede tener”, concluyó la infectóloga.