Hay dudas sobre el relato del hombre que lo rescató que podrían complicar su situación.
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En primeras declaraciones que hizo ante los medios locales, dijo que minutos después de la medianoche iba caminando por la avenida y se detuvo a orinar en el descampado para quedar fuera de la vista de los automovilistas. “Escuché ruidos como de perritos. Se trataba del bebé”, contó. Precisó que estaba adentro de una caja, vestido solamente con una remera y que tenía el cordón umbilical mal cortado.
Siempre en base a su testimonio, no vio a nadie en los alrededores a pesar de que era evidente que el bebé no estaba desde hacía mucho en ese lugar en donde lo encontró. Poco después observó que se ponía morado y lo llevó de urgencia al hospital Neonatal. Los médicos que lo recibieron indicaron que tenía 35 semanas de gestación, por lo que se trató de un parto prematuro y muy probablemente casero. Su estado era grave y lo dejaron internado conectado a un respirador, pero igualmente murió unas horas más tarde.
Si bien no existe aún ninguna acusación en su contra, no descartan que esta ventana horaria haya tenido injerencia sobre la muerte del recién nacido. En ese sentido, el comisario General de la División Metropolitana, César Fernández, dijo a Télam: “Tenemos en cuenta todas las aristas posibles para llegar a la verdad”.
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